Un militar del ejército del Congo en África mató al menos a 13 personas, entre ellas nueve niños, durante el entierro de su propio hijo.
Los hechos sucedieron en la aldea de Nyakova, en Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo el pasado sábado 22 de julio.
¿Qué pasó?
De acuerdo con la Agencia AFP, la causa del ataque habría sido que el militar de la fuerza naval no pudo soportar que su hijo hubiera sido enterrado en su ausencia, a la víspera de su llegada a la aldea de Nyakova.
El militar “disparó contra civiles” reunidos el sábado por la noche “argumentando que el niño murió y fue enterrado sin que se le haya informado”, mientras estaba en su unidad en Gobu, ubicada a 55 kilómetros del lugar de la muerte, según declaró el teniente Jules Ngongo, portavoz militar en la provincia de Ituri.
Aparentemente el hombre habría llegado al sitio y estando en el lugar se percató de que su hijo había muerto y de que estaban llevando a cabo el entierro.
El balance es de “13 muertos, entre ellos dos son hijos de él. El militar está prófugo y es buscado para ser juzgado”, precisó la agencia.
El hombre habría asesinado a las personas con un arma de fuego y su hijo había fallecido el jueves anterior por causas naturales, según informó Baraka Muguwa Oscar, jefe de la aldea local: “Este soldado no aprobó el hecho de que su hijo fuera enterrado sin su aprobación y en su ausencia”, afirmó.
Elementos del ejército congoleño fueron despachados para arrestar al soldado, miembro de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo, y quien huyó del lugar después del ataque.
“No importa las circunstancias ni el momento, uno no puede quitarle la vida a otra persona. Esto es un acto de indisciplina que será tratado por las cortes”, añadió Ngongo, el portavoz del ejército.
Los combates en el este del Congo han estado ardiendo desde hace décadas. Allí, más de 120 grupos pugnan por poder, tierras y recursos minerales, mientras otros tratan de defender a sus comunidades. Días atrás, Naciones Unidas advirtió sobre un aumento de la violencia en el noreste del país.
El mes pasado un total de 46 personas murieron en una incursión en el campo de refugiados de Lala en la provincia de Ituri, donde se dieron estos mismos hechos. En esa ocasión la mitad de los muertos eran niños.
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